Edificio Carrera

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jueves, 13 de marzo de 2014

Radiografía de la Diplomacia Digital (Cristián Jara y Osvaldo Ojeda)*

Al hablar de digitalización, del uso de internet y de Diplomacia Digital, resulta necesaria una adecuada radiografía a fin de determinar posibles pronósticos y cursos de acción. Es por esto que a continuación se aborda el “estado del arte” del empleo de herramientas digitales en la diplomacia nacional inserta en un contexto regional y mencionando experiencias comparadas.

En Chile y en la región aún existe una brecha digital entendida como “las diferencias en la capacidad de acceso a las tecnologías de información y comunicaciones de distintos grupos de población en un mismo paíso a nivel internacional” (Agostini y Willington, 2010), y pese a que a través de diversas políticas públicas e iniciativas se ha buscado superar,  ya sea a través de subsidios a la demanda , programas educacionales, fundaciones y otras; esta realidad no deja ser un problema para Latinoamérica.

Lo señalado anteriormente podría llevar a pensar como infructuosos los esfuerzos que en Diplomacia Digital como herramienta de la diplomacia pública y tradicional se ejecuten por parte de las cancillerías latinoamericanas, en el sentido que el diálogo y la retroalimentación con un número significativo de la población no se produciría al no estar dadas las condiciones necesarias de conectividad.

Dicho lo anterior, lo cierto es que las cancillerías no tienen este obstáculo en el uso de estrategias de Diplomacia Digital con los países OCDE y con otras latitudes en que la digitalización y el acceso a las redes se presenta como un activo con altos grados de desarrollo.  Las potencialidades en estos escenarios, al constituir las redes sociales herramientas- canales de difusión de bajo costo, que permitirían un conocimiento mayor de lo que es Latinoamérica, su gente y su cultura, configuran un auspicioso frente para aportar a la reputación y  consecuentemente a la  imagen que se proyecte de ésta.

La imagen país y su relevancia para los países pequeños 
Ya lo señalaba el consultor internacional en marca-país Simon Anholt en su libro “Brand, New Justice” el año 2009, al sostener que para los países menos desarrollados y aun parcialmente desconocidos, la generación de una identidad competitiva internacional, es decir, de una imagen país o región potente se configuraba como un activo de gran valía y como un poderoso motor de desarrollo para las diversas dimensiones involucradas (empresas, turismo, cultura, etc).  Es decir, la imagen país se presenta como una fuente  de riqueza porque ayuda a competir de manera estratégica en el escenario internacional, al respecto ha enfatizado que “antes de que la globalización alcanzara los niveles actuales, ser una nación proveedora de commodities ofrecía algunas oportunidades de ingreso de divisas estable, aunque no fuera la receta ideal para el crecimiento sostenido…. en un mundo interconectado, en el que las empresas dueñas de las marcas más famosas son libres de ir de compras por todo el planeta para adquirir materias primas, plantas de manufactura y mano de obra, ser sus proveedores es un negocio muy riesgoso. Las naciones menos avanzadas suelen enfrentarse a una extinción de sus recursos y, por lo general, tienen un saldo negativo en su balanza comercial. Entonces, si quieren modificar la ecuación, deben entender que la gestión de la marca-país las ayudará” (Anholt, 2004).

Los diplomáticos en este escenario
Las caras visibles de un país en el exterior se convierten en constructores de su imagen de forma intencionada o de manera casual.  Por ejemplo, Pablo Neruda y Gabriela Mistral resaltaron y resaltan la presencia de Chile en el mundo, así como en planos y dimensiones diferentes lo hacen deportistas, empresarios y políticos destacados. Los diplomáticos juegan un papel relevante, atendido su rol de intermediación y articulación de los diversos factores que confluyen en el interés nacional, por cuanto su presencia en diversos países, la lectura de las realidades locales y los vínculos y redes de contactos configuran un escenario ad hoc para transmitir y filtrar mensajes a líderes y audiencias extranjeras, convirtiéndolos en personajes idóneos para una estrategia de posicionamiento en el exterior.

La diplomacia, al igual que otras diversas esferas de la realidad se ve inmersa en nuevas dinámicas socio- culturales que la obligan a responder como una función pública, otrora alejada de la ciudadanía, ahora en permanente validación y buscando al ciudadano en aras de responder a un sentir democrático y a las necesidades reales, no presentándose como una actividad meramente “abstracta” incapaz de superar el cedazo del escrutinio ciudadano al gasto público en misiones, embajadas y personal en el exterior.

Chile, la ACADE y el comienzo del uso oficial de las redes 
En el caso de la Cancillería chilena, el uso de las redes sociales ha sido impulsado desde el año 2011 en la Academia Diplomática “Andrés Bello” (ACADE) a través de la plataforma digital www.apuntesinternacionales.cl. Además de ser el uso de las redes sociales en diplomacia,  parte de la malla de estudios de los futuros diplomáticos.

En la misma línea, diversas representaciones de Chile en el exterior han comenzado a utilizar las redes sociales como un canal de comunicación con sus entornos. Por ejemplo, la Misión de Chile ante Naciones,  @ChileONU,  se constituyó en la primera cuenta oficial de una representación en el exterior en Twitter.  Su primer mensaje fue el 31 de diciembre de 2013.  La iniciativa fue seguida el 19 de febrero de 2014 por el Consulado en Miami (@ConsuladoCMiami) convirtiéndose  en el primer consulado en contar con este medio.   En el caso de Facebook,  existen varias  embajadas y consulados que mantienen cuentas en esta red social. No obstante, el modelo de cada una de ellas es distinto y no se aprovechan las potencialidades de la plataforma.  El Consulado General de Chile en Miami, con 404 likes,  a través de su sitio en Facebook promueve las iniciativas e interactúa con la comunidad. Fue creada el 27 de abril de 2012. Este modelo de página, tipo Fan Page es el recomendado y es el utilizado por aquellas Cancillerías que han abordado el tema de diplomacia digital.  La cuenta del Consulado de Chile en Guayaquil (https: //www.facebook.com/cgchileguayas) fue diseñada bajo la modalidad de “sitio de amigos”.  Mismo caso del Consulado en Nueva York  (https://www.facebook.com/consulado.nycultura) que cuenta con una comunidad de 2.278 amigos y fue creada el 20 de julio de 2010. 

La Cancillería, al igual que una serie de servicios públicos y otros poderes del Estado empiezan a configurar su identidad pública digital, sin embargo por la naturaleza y fines de la primera, una estrategia comunicacional integral se presenta como un imperativo. Ésta se está configurando por la fuerza de los hechos, cual “espiral del silencio” (Elisabeth Noelle-Neumann, 1977), que definirá el clima de opinión sobre la discusión del uso de redes sociales por parte de las misiones en el exterior.  

Experiencias comparadas
Estados Unidos y el Reino Unido son los principales referentes en materia de Diplomacia Digital,  como ejemplo cabe resaltar que éste último cuenta con un portal desde el cual se puede acceder a todas las cuentas en diversas redes sociales (Facebook, Twitter y Flickr) de todos sus embajadores y Misiones.  Además, se informa el tipo de información que se puede encontrar en cada una de ellas.  Asimismo, destaca la existencia de un plan de contingencia o de manejo de crisis en caso de generarse situaciones controversiales.

Ambas potencias cuentan con una fuerte diplomacia y han potenciado su influencia con la adopción de nuevas herramientas que le han permitido estar sintonizados con las nuevas audiencias.  Asimismo, refuerza que el concepto de diplomacia no tiene apellidos, manteniendo la esencia de sus orígenes, pero fortalecida en su acción en este caso, con el uso de las nuevas tecnologías.

Cabe desatacar, que también otras Cancillerías de la región han asumido el imperativo de “exponer” la diplomacia a las redes y a la ciudadanía, ya sea a nivel formativo de sus diplomáticos o en misiones en el exterior como por ejemplo: la de Perú; Colombia; Brasil; y México; que están inmersas en este desafío y que sumado a otras como: la de Uruguay; Costa Rica; y el Caribe; que cada vez denotan mayor interés en sus planes de acción, se configura un escenario que permite hablar de una irrupción masiva de las redes sociales en el trabajo diplomático latinoamericano.

Twitter y la Twiplomacia
En particular, Twitter es la red social que ha tenido mayor impacto en el mundo diplomático, presentándose como un auspicioso medio a través del cual aportar al trabajo individual y corporativo que realiza la diplomacia tradicional. Para hablar de diplomacia a través de Twitter hoy se habla de una “Tuiplomacia” y este sentido el diplomático británico T. Fletcher señala que: “La Tuiplomacia se reduce a la autenticidad, compromiso y propósito. Twitter es más crudo, más humano que la interacción diplomática normal: las personas tienen más probabilidades de prestar atención en éste y de leer sus comunicados de prensa si saben algo acerca de usted como persona. Tenemos que interactuar, no ser meros transmisores. Tenemos que ser actores de la noticia, no solo parte del reportaje, y tener propósitos y no solo lugares comunes.”
Es decir, el carisma que otorga Twitter al trabajo diplomático se ajusta a las necesidades del mundo actual, marcado por la exigencia de transparencia, cercanía e inmediatez y de alguna manera obliga a los diplomáticos a tomar una actitud proactiva para afrontar los desafíos del mundo actual asimilando la encrucijada: adaptarse o desaparecer.

Por último, destacar que más allá de la teorización en torno a los beneficios posibles de la Diplomacia Digital como herramienta coadyuvante de la diplomacia tradicional, lo cierto es que en particular Chile y dadas las externalidades positivas de estas herramientas digitales tales como: acercar a los diplomáticos a la ciudadanía nacional; percibir climas de opinión en diversas audiencias; o facilitar el diálogo con otras sociedades; debe asumir que esta realidad hoy este transitando de una etapa de “incorporación” a un período de “maduración-consolidación” en que el desafío está en proveer de un contenido profundo, estratégico y coordinado del mensaje que el país entregará a través de quienes invisten la representación formal de éste en el exterior, es decir: el Servicio Exterior de Chile.

Cristián Jara
Osvaldo Ojeda

* Artículo basado en publición de igual título aparecida en www.apuntesinternacionales.cl.
http://www.apuntesinternacionales.cl/radiografia-de-la-diplomacia-digital/

1 comentario:

  1. Creo que nuestra Cancillería esta lejos de estas preocupaciones. Hay que considerar que el MINREL NO TIENE WEB EN INGLES!!!! Ni siquiera información básica organizacional y de contactos.....he pasado más de algún bochorno.

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