Edificio Carrera

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viernes, 7 de marzo de 2014

Sobre el décimo tercer proyecto de modernización del MINREL (Marcelo Flores, Claudio Garrido, Manuel Lara y René Schneider)

El Presidente de la República saliente se comprometió a inicios de su mandato a presentar y promover la aprobación de más de 250 modificaciones de carácter legislativo.  Una de ellas fue la llamada “ley de modernización” de la Cancillería, promesa que no fue más que una renovación de la hecha por cada gobierno desde el retorno de la democracia.  En los últimos 25 años, trece han sido los proyectos presentados y ninguno ha fructificado.  Ayer, a cinco días de terminar el mandato de la actual administración, ingresó el proyecto de ley prometido.  Para fines estadísticos, la promesa se materializó.  Sin embargo, resulta claro que dicho proyecto no tiene destino alguno.  Su tardía presentación sólo da cuenta del bajo nivel interés de las autoridades de gobierno por modernizar la forma en que hace diplomacia.

Afortunadamente, el proyecto presentado no prosperará.  Al igual que en ocasiones anteriores, en su elaboración no se contó con ni la participación ni con la anuencia del personal del Ministerio de Relaciones Exteriores.  Tampoco participaron en su redacción las distintas asociaciones de funcionarios existentes y su contenido sólo se dio a conocer finalizados los dos años de trabajo que tomó su preparación.  El proyecto está lejos de transmitir lo que entendemos por modernización.  El escalafón tipo militar se mantiene, la antigüedad sigue prevaleciendo por sobre las capacidades de los funcionarios, no se incentiva la especialización, los funcionarios de grados menores siguen siendo discriminados por antigüedad y las embajadas siguen existiendo por el puro hecho de existir, sin objetivos ni metas que cumplir.  En otras palabras, el proyecto no establece cambios en la estructura misma del Ministerio y no lo dota de herramientas como para asumir los desafíos que de él se requieren.

Será importante sensibilizar a las nuevas autoridades para que su propuesta de “ley de modernización” número 14 -que sin duda existirá- considere la opinión e intereses de todos los actores involucrados en la labor de la Cancillería, implementando un proceso de consulta amplio, participativo y no excluyente con todos los estamentos del Ministerio.  Aspiramos a más.  En los proyectos de nueva Constitución que se discutirán, consideramos de la mayor importancia que se reestudie la participación que tendrá la Cancillería en la definición de la política exterior.  Sólo por poner un ejemplo, el actual orden constitucional establece los embajadores son representantes del Presidente de la República, de cuya confianza dependen de manera exclusiva.  ¿No tiene más sentido que, al igual como ya lo son en otros países, los embajadores sean los representantes no solamente del Presidente, sino también del Congreso, de los exportadores, de las uniones de trabajadores, de las universidades, de los partidos políticos, de los artistas y de la ciudadanía en general? ¿Y no deberían participar, siquiera a través de su opinión, en sus designaciones?  Hacemos un llamado a impulsar un diálogo que enriquezca las propuestas y que nos permita construir entre todos una mejor Cancillería.

Marcelo Flores, Claudio Garrido, Manuel Lara, René Schneider

6 comentarios:

  1. Creo que todos tenemos la legítima aspiración a participar en un proceso transparente, en que todos, autoridades y funcionarios, puedan exponer claramente sus planteamientos, que estos sean escuchados, que haya retroalimentación, que el diálogo sea abierto y fluido, que incluya también a la sociedad civil, y que todo este proceso termine en un proyecto de ley que sea el verdadero resultado de una consulta bien hecha, y en donde todos nos sintamos reflejados. Sería lento, largo, sin duda, pero valdría la pena porque estaría bien hecho. Estoy seguro que ese es el proyecto que el Parlamento aprobaría sin problemas, sabiendo que cuenta con el apoyo de las asociaciones, muy a diferencia del que se presenta a última hora, y que cuenta con la oposición de todas las asociaciones gremiales del Minrel, y que por lo mismo no tiene ningún futuro en el trámite legislativo.
    Espero realmente que el proyecto 14 no sea hecho entre cuatro paredes y que sea suficientemente ambicioso como para darle una nueva mirada al rol de la Cancillería en el nuevo Chile.

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  2. Un proyecto presentado al Congreso a cinco días de que el gobierno termine es una burla al ministerio y a sus funcionarios y no tiene otro propósito que dar por cumplido un compromiso que se hizo público pero que nunca interesó implementar. Retórica baldía. Luces de artificio. Lo que faltó aquí fue voluntad política para hacer las transformaciones que este ministerio requiere para encarar los desafíos de nuestra agenda de política exterior. Qué lamentable.

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  3. Nada que no sea conocido,.... analizado y apoyado por los funcionarios tiene sentido..... El envío es sólo por figurar en la estadística que lo enviaron....
    Otra piñericosa..!!
    JMG

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  4. don González, usted muy valiente ahora hablando de "piñericosas"....porqué no lo dijo antes?

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  5. A veeeeeeeeeeeer..
    perdóooooonnnn (un poco de humor, ví al argentino que estuvo en el Festival de Viña)
    Un anónimo criticando la valentía de alguien que legítimamente opine....no corresponde, demos la cara y discutamos como corresponde, como caballeros y señoras.

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  6. Sin duda no le importamos a los políticos. La Cancillería como está, es de ellos, por ellos y para ellos. Qué más da. Cómo convencerlos de que tiene que ser distinto y que SI les conviene tener funcionarios motivados y que agreguen valor a la política exterior ? (TODOS y no solo ALGUNOS cercanos al partido) Ese es nuestro rol, y porsupuesto dando la cara y sin ofender.

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